HEMO, GLICO Y GLUTI CONOCE A UNA ESTRELLA DEL FUTBOL
Ya tenemos aquí el nuevo capítulo de las historias de Hemoglobina y Glicosilada, escrito por Susana Ruiz.
Desde Barchilon Correduría de Seguros cuidamos de las PERSONAS CON DIABETES y trabajamos para divulgar e informar sobre la Diabetes de una forma atractiva y entretenida. Creemos que estas historias serán una herramienta genial para ampliar este mensaje.
Hemo y Gluti tenían una sorpresa para Glico. Se acercaba su cumpleaños y habían estado planeando desde hacía tiempo una sorpresa para su amiga, quien era muy aficionada al futbol, sobre todo el femenino. Respondiendo al carácter luchador y reivindicativo de Gluti, siempre lanzaba gritos de apoyo al deporte femenino.
Así que Hemo tuvo claro cuál sería la sorpresa para su amiga en su 16 cumpleaños.
Tuvo que organizarlo con tiempo, pedir permiso a los padres y madres de todos para que les dejasen marchar un fin de semana a Barcelona, para asistir a un partido de futbol del FUTBOL CLUB BARCELONA FEMENINO.
Entre todos los amigos y familiares de Glico, se organizaron para ayudar a Hemo y Gluti en aquella escapada a Barcelona, las entradas al partido, alojamiento etc.
Sería la primera salida de las chicas con su diabetes a cuestas solas, sin sus padres y también supondría una experiencia nueva e importante para ellas.
Gluti estaba emocionado, le gustaba el futbol y la idea de ir con sus amigas a Barcelona para asistir a un partido era muy excitante.
Justo una semana antes del viaje, decidieron reunirse con su amiga en la cascada del Sorrosal, de su pueblo, Broto, para darle la noticia.
Mientras Glico escuchaba las palabras de sus amigos, sus ojos fueron haciéndose cada vez más y más grandes, sus mejillas empezaron a sonrojarse, para justo después empezar a dar saltos de alegría, correteando de un sitio a otro sin rumbo, abrazando sin parar a sus amigos quienes asistían contentos pero atónitos a tantas muestras de cariño por parte de su amiga, desacostumbrados a que Glico mostrase tantas muestras de afecto.
Después, paró en seco, como intentando recobrar la compostura, recolocándose los pelos en su sitio. Aun nerviosa y con la voz claramente emocionada, soltó un “Gracias “con una pequeña mueca simulando una sonrisa.
Los tres emprendieron el viaje en autobús, haciendo varios cambios y paradas hasta llegar a Barcelona.
Había llegado el momento de entrar en el Camp Nou y de asistir al partido.
Ese día, además había una sorpresa adicional. En el equipo se incorporaba Andrea Pereira, quien además de ser una excelente profesional del futbol, tenía diabetes desde que era pequeña. Con esfuerzo y tesón y el apoyo de su familia, había conseguido llegar a lo más alto del futbol. Cuando los altavoces pronunciaron el nombre de la jugadora, la emoción en las gradas donde estaban sentados nuestros tres amigos fue enorme.
Glico no podía creerse que fuera a asistir a un partido de futbol donde además de jugar mujeres, hubiera una con diabetes. Algo estaba cambiando. Un halo de esperanza se dibujo en el cielo de Barcelona sobre el Camp Nou aquel día. A Glico, incluso le pareció observar en el cielo, un enorme aro azul con una sonrisa en el centro. Las personas con diabetes no tenían límites, Andrea Pereira estaba ahí para demostrarlo.